Barcelona

Una fotografía a cuatro columnas y de más de media página mostraba el movimiento de las faldas de las cumbiamberas y el llamativo colorido de una decena de disfraces de marimondas y monocucos. Una imagen habitual en la prensa barranquillera en un Domingo de Carnaval, pero completamente insólita en una capital europea como Barcelona, que intenta recuperar y vive tímidamente esta fiesta popular.

Los artífices de esta noticia positiva fueron los sesenta integrantes del Grupo Cultural Barranquilla en Barcelona, quienes con su alegría lograron conquistar al público barcelonés durante su participación en ‘La Gran Rúa del Carnaval’. El colorido de la comparsa titulada ‘Fantasía del Carnaval de Barranquilla’ sedujo la mirada experta de Alex García, fotógrafo del diario La Vanguardia en Barcelona. El reportero gráfico, entre cientos de disfraces, captó la imagen que mereció una portada en el importante diario de la segunda ciudad más importante de España.

“Este es nuestro mejor premio”, comentó Doris López, presidenta de la asociación de barranquilleros, quien afirma sentirse orgullosa de la imagen que Colombia proyectó, gracias al esfuerzo de todos los miembros de la pequeña colonia de barranquilleros radicados en el importante puerto mediterráneo. Y es que durante el último año el grupo Cultural Barranquilla en Barcelona ha vivido una acelerada evolución. De ser un grupo de amigos ha pasado a ser considerado un referente cultural en la capital catalana.

Actualmente, BQB (abreviatura y marca del grupo) se encuentra registrado legalmente, cuenta con una imagen corporativa consolidada, un book en el que destacan presentaciones en recintos culturales y deportivos de la categoría de la Sagrada Familia, el Nou Camp –la casa del Fútbol Club Barcelona- y el Palau Sant Jordi, entre otros.

La imagen de portada, vista por miles de europeos que se despertaron en Barcelona, el pasado 17 de febrero, ilustra el éxito del desfile –simultáneo a la Batalla de Flores-, que estuvo a punto de cancelarse. El invierno se disfrazó de lluvia, quedando atrás los días soleados de un inusual invierno en la capital europea. Afortunadamente y, pese a las previsiones poco alentadoras, al final la lluvia cesó y el desfile pudo iniciarse a las 8:30 p.m., hora prevista por la organización. Las comparsas inscritas esperaron, disfrazados y armados de paciencia, la hora cero del inicio del recorrido que al final contó con la participación de miles de barceloneses que salieron a la calle a disfrutar del desfile.

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